domingo, 14 de febrero de 2010


TRAS LA POLEMICA POR EL TONO DE SUS ACUSACIONES A LOS KIRCHNER



Reutemann se fue al campo, pero sigue en contacto con el PJ anti KNo abandonó la carrera al 2011. Y habla con Duhalde, De Narváez, Solá y hasta con Carrió.



Después de un largo silencio, Carlos Reutemann se colocó en el centro del escenario político del país. En medio de la polémica por la noticia de los dos millones de dólares que compró Néstor Kirchner antes de la devaluación del 2008, Lole metió su estocada cuando dijo, el lunes pasado, que "con tal de que cuando se vayan en 2011 no se hayan afanado la Casa Rosada y la Plaza de Mayo, vamos a estar contentos los argentinos".


Esto provocó el máximo escozor en la piel kirchnerista, que ordenó rápidamente a su fuerza de choque replicar con gruesas acusaciones al senador santafesino. Si intentaban meter a Reutemann en la fricción del ida y vuelta verbal, no lo lograron.

Después de sacara relucir su faceta más contestataria, el ex gobernador se llamó a silencio en su campo, en Santa Fe. Reutemann le repite a los pocos dirigentes con los que tuvo contacto en los últimos días y que le preguntan sobre su postulación presidencial que "todavía falta mucho tiempo no voy a hablar por ahora del 2011".

Lo que busca es mantener la incógnita sobre su definición -revelaron fuertes del reutemismo-, aunque desde su campo mantiene diálogos frecuentes, vía telefónica, con otros dirigentes del peronismo disidente, como Felipe Solá, Francisco De Narváez, Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá, así como con algún extrapartidario, tal el caso de la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

Además, el santafesino mantiene fluido intercambio con el caudillo entrerriano Jorge Busti y el gobernador cordobés Juan Schiaretti, armadores del espacio con el que eventualmente se lanzará a disputar la interna del PJ. Y ya avisó que si lo hace, será para anotarse en la carrera nacional. "Otra vez a gobernador, no", afirmó.

Una vez que ate todos los cabos, Reutemann va a decidir a jugarse en las presidenciales. Cuando en Reconquista lanzó sus dardos contra el Gobierno, el círculo íntimo ya le había confiado a Clarín que el senador "se adelantó a una posible operación del kirchnerismo en su contra".

A tal punto Reutemann irritó la piel del oficialismo que los Kirchner decidieron mandar al ruedo a casi todo su gabinete para contestarle con munición pesada. El diputado Carlos Kunkel le dijo: "Lo que nosotros no vamos a dejar seguro son los cadáveres que él dejó en las plazas de Santa Fe y Rosario el 19 y 20 de diciembre de 2001", responsabilizándolo por los muertos en la provincia durante la represión previa a la caída de Fernando De la Rúa.

Antes de la retirada estratégica, Lole dejó en claro que no piensa retractarse. "Es un sistema que ya lo conocemos todos: la billetera y la caja tienen a todo el mundo bajo sumisión. Hay que tener cuidado con la caja, por la plata baila el mono", dijo.

Lole se ha convertido en un grano molesto y difícil de digerir para el matrimonio presidencial. Desde que en el verano de 2008 subió la apuesta para una posible candidatura presidencial (reubicándose en los primeros puestos de la grilla de largada dentro del justicialismo), más su apoyo al campo, lo mantienen en la vereda de enfrente. Lole acentuó sus críticas a la política agropecuaria y adelantó su voto negativo al Fondo del Bicententenario.






fuente: Diario CLARIN