martes, 29 de septiembre de 2009




Desde su época de Intendente de la ciudad de Rosario, el Gobernador Binner prefiere referirse a alguna ciudad importante santafesina empleando el nombre de alguna otra del primer mundo europeo, como si se trataran de ciudades análogas o de realidades comparables. Así a Rosario por ejemplo la denominó la “Barcelona argentina”. Posteriormente, en un reportaje cargado de intolerancia, descalificó a los ciudadanos de la capital provincial, como que fueran víctimas de un secuestro o enamoradas de su secuestrador, a semejanza del famoso “síndrome de Estocolmo”. ¿Habrá visto en la ciudad capital de Santa Fe algo que se asemejara con la moderna ciudad sueca?, ¿o solo se trata de una muestra más de la falta de cultura democrática del gobernador?. Pero, ¿se asemeja la realidad de las dos ciudades más importantes de la provincia a las de aquellas dos bellas ciudades europeas?. Cual es el análisis comparativo que hace para tamaño desatino?. Porque siempre apela a venerar otras comunidades extranjeras?. Que complejo de inferioridad lo persigue al Señor Gobernador?. Cual es su nuevo desvelo eurocentrista?. Qui lo sá, veremos ?.

Primero fue la “Barcelona Argentina”. Desde hace ya tiempo se habla desde la Intendencia rosarina de la ciudad catalana para referirse a la ex “Chicago Argentina”, aunque es necesario reconocer que en los últimos tiempos se ha ocultado este apelativo. Y ello se debe a que es poco lo que se ha hecho y se hace desde la intendencia municipal para que la ciudad crezca. Por el contrario, las falencias afloran día a día. Desde esa exclusiva vocación del socialismo por el embellecimiento del microcentro -que también hoy aparece sucio y descuidado- y el eterno olvido de los barrios que adolecen de una prestación adecuada de los servicios básicos de barrido, iluminación, recolección de residuos y un transporte público adecuados, hasta la visible falta de gestión de un gobierno municipal desganado y fatigado en todas sus áreas. Más aún, en las inundaciones que sufrió la ciudad -y que arrojó el doloroso saldo de varias personas fallecidas- demostraron que nada se ha hecho en materia de obras de infraestructura. Tal vez ahora piense en llamarla la “Venecia argentina”!!. Porque a juzgar por los votos obtenidos bajaron 26 puntos desde la elección hace dos años.


Después fue el turno de la “Estocolmo argentina”. Las elecciones nacionales lograron sacar de quicio a Hermes Binner, demostrando su verdadera personalidad, como también lo sacaron del “sueño” de ser uno de los “presidenciables”. Desencajado por la derrota, mostró al pueblo santafesino su verdadero rostro, el de la intolerancia y el desprecio hacia a aquellos que le dieron la espalda el pasado 28 de junio y votaron al senador Carlos Reutemann. No comprendió que el pueblo santafesino no había creído sus mentiras sobre la responsabilidad del ex gobernador en el desastre natural del 2003, o tal vez peor se creyó su propia mentira. El “miente, miente, miente que algo quedará” no había surtido el efecto buscado y el pueblo de Santa Fe volvió a confiar en su líder natural. Se podrá decir que Binner se disculpó, pero es sugestiva la frase que empleó cuando dijo que por favor no lo hagan caer en el mismo error..”. Esta respuesta es materia de la psicología, ya que demuestra -ante la pregunta sobre la forma de votar de los santafesinos- que tal vez volvería a dar la misma respuesta. ¿Habrán sido sinceras sus disculpas hacia los votantes santafesinos?. No lo parece, ya que no es la primera vez que lo dice, de modo que podemos concluir que verdaderamente así lo piensa y que tal vez dude de si mismo ante cada pregunta similar. Dudar es humano y si es así probablemente estemos ante el síndrome de Helsinki, cuestión a indagar. Lamentablemente los ciudadanos santafesinos fueron agraviados, y el propio intendente municipal tampoco salió a defenderlos del exabrupto del Gobernador; y también a quienes no vivimos en la ciudad capital, pero que sentimos un profundo respeto por la voluntad del pueblo expresada libremente en las urnas. Solo queda esperar que el Señor Gobernador modere su intolerancia para quienes no piensan como el, porque el pueblo se ha expresado en las urnas, y no por ello puede agraviarlos de ese modo, máxime cuando un resultado electoral le haya resultado adverso.Ahora con el nuevo resultado del domingo pasado, sabrá que en Rosario la oposición supera el 70% de sus habitantes, entendemos que no estará pensando en que se equivocaron otra vez los votantes; y respecto de Santa Fe, creerá que ya acabaron los padecimientos del síndrome, o que la gente que ahora los vota está mejor por sus acciones sanadoras??. El mismo dijo que la coalición se ha terminado o desintegrado.Que puede decir ahora el Señor Gobernador cuyos legisladores nacionales votaron por la ley de radiodifusión, y que eso le hizo perder la mitad de los votos en Rosario. Que dirá que se están preparando para emitir bonos para pagar sueldos a los empleados públicos. Que dirá de la inseguridad y del descontrol fiscal de la provincia, que es culpa de los santafesinos y rosarinos?. No será que se está dando cuenta de sus errores ?.Esperamos que no se enoje con el espejo !!!, y que empiece de una vez por todas a gobernar que para eso fue elegido.