miércoles, 4 de noviembre de 2009


La fórmula del
Gobierno en el 2011
sería NESTOR KIRCHNER - HERMES BINNER.
¿Que motiva al partido de la Rosa a someterse al Kirchnerismo?



Un coro de repudios se levantó contra el proyecto de reforma política en el seno del peronismo disidente y en Proyecto Sur, PRO, Coalición Cívica y otros partidos menores. La excepción fue el inmediato apoyo que el oficialismo recibió de Hermes Binner. Como pasó en la ley de medios, los socialistas se alinearon inmediatamente. Distintas versiones indican que serán premiados con la titularidad de la Defensoría del Pueblo de la Nación y la presidencia del Ente Regulador de Aguas y Saneamiento. Mientras tanto, el bloque del Frente para la Victoria vota en la legislatura santafesina disciplinadamente todos los proyectos que envía Binner.

Pero hay algo particularmente extraño en la temprana adhesión de Binner a la reforma política. Al Partido Socialista, con 117.892 afiliados, le será muy difícil alcanzar los 600.000 votos correspondientes al 3% del padrón nacional que la reforma pretende como requisito para presentar candidatos a presidente y vice en la interna abierta. Deberá movilizar cinco independientes por cada afiliado. Y esto suponiendo que todos sus afiliados concurran a la interna abierta.

Aparentemente Binner estaría aplaudiendo entonces el probable desastre de su propio partido. La realidad es que el tema no le preocuparía, porque las negociaciones reservadas para conformar la fórmula Kirchner- Binner marchan viento en popa. El nuevo giro pejotista del kirchnerismo está impulsando esta alianza. El actual intento oficialista para restablecer el bipartidismo provoca el disgusto del espectro de centro-izquierda. Fernando Solanas, Claudio Lozano, Eduardo Macaluse y otros sufren con la sola idea de tener que ponerse debajo del escudo peronista. La solución que habría encontrado Kirchner es un candidato a vice socialista que les garantice penetración en la franja de centroizquierda.

Haciendo cuentas

Con Binner en la fórmula, el gobierno pretende doblegar a Carlos Reutemann, porque aquél convocaría a elecciones para gobernador en la misma fecha que las nacionales. Reutemann, si quiere pelear la gobernación, deberá luchar entonces con el arrastre de Binner en la fórmula presidencial. Como premio extra, los socialistas pretenderían que el diputado porteño Roy Cortina sea el candidato a vicejefe de gobierno porteño en la fórmula kirchnerista. El tejido de Juan Carlos Mazzón, principal operador de Olivos, incluye en los últimos días un principio de acuerdo con José Manuel de la Sota para que éste vuelva a competir por la gobernación desde el PJ.

En Buenos Aires, Daniel Scioli habría sido amnistiado por Kirchner, que no olvida sus tentativas de rebelión. Scioli tendría permiso para probar cómo se va lanzando su reelección, lo que hará en diciembre con un acto en La Plata. Si se produce el estallido social que se está preparando en el Gran Buenos Aires y la administración sciolista hace agua, Kirchner acudiría a Alberto Balestrini o a Aníbal Fernández.