Reutemann deshoja la margarita
Marcial no puede disimular su satisfacción. Sobrio y recatado como es, ahora habla hasta por los codos y
se ha permitido reírse.
El motivo de su alegría es evidente:
Reutemann ha dicho que su
candidatura a presidente se mantiene en pie.
—Fue una maniobra de la prensa porteña -dice-.
El Lole es un gran tiempista y la candidatura la va a decidir él y no los vivos de Buenos Aires o los
ventajeros de algún otro lugar.
—A mí, con esos prolongados silencios me hace acordar a Yrigoyen -digo.
—Se nota que tu concepto de Yrigoyen no es muy buen -acota Abel que es radical, hijo y nieto de radicales-.
—Salvando las diferencias abismales digo para corregirme un poco-, Reutemann es de los que esperan que todos le pidan por favor y de rodillas que se presente como candidato. Yrigoyen en 1916 hizo lo mismo.
Abel me mira como dando a entender que mis argumentos no lo convencen, pero cuando está a punto de responderme interviene José: —Yo creo que el Lole es un miedoso que no se aguanta que le den pelea en serio y, además, estoy convencido de que él es el primero en saber que no le da el cuero para ser presidente.
Marcial lo escucha y por la cara que pone está claro que lo más liviano que piensa de José es que está loco.
—Las elecciones del año pasado en la provincia fueron durísimas -reflexiona Marcial-; el gobierno de Binner le dio por el pelo y por la barba y, sin embargo, el Lole se presentó y ganó. No se confundan: el Lole no es miedoso, es prudente, que no es lo mismo, y sabe que la presidencia es un cargo peliagudo y no quiere comportarse como un irresponsable.
—Lo que el Lole sabe muy bien- responde José- es que no sabe nada; cada vez que habla dice una gansada.
—Lo que sucede responde Marcial- es que no se comporta como un político clásico. Sus dudas y sus temores son las dudas y temores del ciudadano común y corriente.
—Me tienen harto-contesta Abel- con la afirmación de que el Lole no es político. Hace veinte años que está metido en política y jugando en primera, ¿hasta cuándo van a seguir diciendo que no es político?
—No sólo no es político insiste Marcial- sino que habla poco, porque la gente está harta de los picos de oro. El Lole nunca tuvo facilidad de palabra, pero sí tiene capacidad para gobernar.
—Yo lo escuché hablar de autos y de campo digo- y lo hace con elocuencia. Lo que ocurre es que el hombre no habla de lo que no sabe y como de política no sabe un pito se calla la boca.
—Peor que eso dice Abel-; Reutemann es el único político en el mundo que se prestigia cuando está callado.
—Ustedes digan lo que digan-contesta Marcial que le acaba de ordenar a Quito que sirva otra vuelta de café-, pero Reutemann sigue siendo el político que mejor mide en las encuestas y, no se olviden, fue dos veces gobernador y tan mal no debe haber gobernado, porque una mayoría de la sociedad lo sigue votando.
—Es lo que nunca voy a terminar de entender -dice Abel.
—Yo te juego un asado para toda la mesa que en diciembre arruga -dice José.
—Yo te juego un asado con vino de marca incluido -contesta Marcial.
—A mí lo que me sorprende insisto- es que Reutemann tenga este nivel de adhesión cuando nadie sabe lo que piensa, entre otras cosas porque es probable que directamente no piense.
—Síganlo subestimando -reprocha Marcial-; a los radicales y a los socialistas les ganó cuantas veces se lo propuso. A ustedes se les llena la boca hablando de sus errores de gobierno, pero la gente lo va a seguir votando. Además, agradezcan que se presenta en el orden nacional, porque si así no fuera es el candidato a gobernador, y a cualquiera de los candidatos que quieran poner ustedes les gana de orejita parada.
Fuente: El Litoral - Erdosain