miércoles, 29 de julio de 2009


La elección marcó un rumbo,
pero Kirchner no lo acepta

La historia muestra que no resulta fácil mantener la gobernabilidad cuando se pierde la elección pre-presidencial, no se tiene el control del Congreso y no se cuenta con el apoyo del peronismo.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (NuevaMayoría). La historia muestra que no resulta fácil mantener la gobernabilidad cuando se pierde la elección pre-presidencial, no se tiene el control del Congreso y no se cuenta con el apoyo del peronismo. El de Cristina Kirchner es el sexto período presidencial desde el reestablecimiento de la democracia en diciembre de 1983 y, en consecuencia, la del 28 de junio ha sido la sexta elección pre-presidencial (aquella que tiene lugar dos años antes de elegir Presidente, como sucederá en 2011). En las cinco anteriores, quien la perdió fue derrotado en la siguiente y quien la ganó se impuso en ella. Hoy es claro que el kirchnerismo no ganará la próxima elección, pero a diferencia de las cinco anteriores, no está claro quien ganará, dado que la oposición está dividida. En las tres de las cinco elecciones pre-presidenciales anteriores, fue derrotado el oficialismo. En dos de ellas (donde fueron derrotados Alfonsín y De la Rúa) se perdió la gobernabilidad, al no tener el Ejecutivo el control del Congreso y el apoyo del PJ. En el caso de Menem, derrotado en 1997, mantuvo la gobernabilidad hasta 1999, porque siguió teniendo el control del Congreso con mayoría en el Senado y fuerte primera minoría en Diputados y mantuvo la Presidencia del Peronismo y su apoyo hasta el final del mandato. La cuestión ahora es que Kirchner -quien sigue teniendo el control real del gobierno se su esposa-, aunque proviene de esta fuerza, a diferencia de Menem en 1997 ha perdido el control del Congreso a partir del 10 de diciembre e incluso antes, y el PJ, además de ya no tenerlo como titular, lo va abandonando rápidamente, de ahí el riesgo para la gobernabilidad. La política y la sociedad han dado en la elección señales claras de un giro hacia un rumbo más moderado. Los dos candidatos que quedan mejor colocados al día de hoy -mañana todo puede cambiar- siguen siendo Carlos Reutemann en el Peronismo y Julio Cobos en lo que ha sido el Radicalismo. Ambos son ideológicamente de centro, tienen un estilo político moderado y buena relación con el campo. En realidad, los dos tienen una personalidad política opuesta a la de Kirchner. En esta elección, por primera vez en la historia argentina dos hombres simbólicamente ricos (Macri y Narváez) han ganado las elecciones en los dos principales distritos del país (Capital y Buenos Aires), lo que implica un cambio importante en la sociología política argentina, donde históricamente alguien con dinero no podía ganar elecciones, dada la mala predisposición de la sociedad contra el éxito económico. A ello se suma que por primera vez desde el surgimiento del peronismo en 1945, el campo tiene más diputados nacionales que la CGT. Además, mientras la Comisión de Enlace -que reúne a las cuatro entidades del agro- se muestra unida y cohesionada, el sindicalismo sufre crecientes divisiones. Desde el 28 de junio, la convocatoria política más importante fue la lograda por la mencionada Comisión del campo, que reunió a Reutemann, Solá, Macri, De Narváez, Morales, Stolbizer y tuvo la adhesión por carta de Cobos y Binner. Estos hechos muestran que la sociedad argentina ha girado hacia posiciones más moderadas y ello se hará evidente en la elección presidencial del 2011. Pero en el corto plazo, Kirchner gira en la dirección contraria, radicalizando sus posturas. Se viene cumpliendo lo anunciado por Cristina Kirchner y su esposo el lunes 29 de junio, al día siguiente de la derrota electoral, cuando dijeron que querrían aliarse con Pino Solanas, con quien tenían coincidencias ideológicas, y no con las figuras ganadoras del peronismo, como Narváez, Reuteman, Das Neves o Gioja. El cambio de gabinete mostró que se reafirmó la posición de Néstor Kirchner dentro del gobierno sin incluir nuevas figuras; los intentos del nuevo ministro de Economía (Boudou) por dar señales hacia los mercados, se vieron frustrados al confirmarse a Moreno como secretario de Comercio; la reforma del INDEC sólo encubrió la designación como director de un funcionario que responde al último; el diálogo político, al excluir de la discusión la reforma del Consejo de la Magistratura, limitó las posibilidades de llegar a un acuerdo con la oposición; la primera reunión del Consejo Económico Social, al dejar fuera del mismo a las entidades del campo, puso en evidencia que el oficialismo está decidido a mantener el enfrentamiento con éste sector; la alianza con el titular de la CGT (Moyano) se vio reforzada tanto por las concesiones que obtuvo como por el apoyo que recibió del matrimonio Kirchner para enfrentar los cuestionamientos de los demás dirigentes; la anulación de la autorización para dar servicio de telefonía a Cablevisión puso en evidencia que el conflicto con el grupo Clarín se mantiene. El 26 de julio -aniversario de la muerte de Evita- los movimientos sociales kirchneristas se dividieron en dos, impidiendo un lanzamiento formal de una nueva transversalidad para apoyar a Kirchner en esta nueva etapa. Hacia adelante, el 24 de agosto es una fecha clave en el Congreso, porque entonces vencen no sólo los superpoderes, sino toda la legislación delegada en el Ejecutivo de las últimas décadas. Aproximadamente 2000 leyes contienen normas de diverso tipo, delegando facultades del Congreso en el Ejecutivo. Mucha de esta legislación proviene de los gobiernos militares y periódicamente ha sido prorrogada por los gobiernos constitucionales para evitar el vacío jurídico que implica su derogación. Un ejemplo de ello es la reforma del Código Aduanero del último gobierno militar en 1981, que es la base jurídica de las retenciones, ya que la Constitución es muy clara respecto a que sólo el Congreso puede imponer tributos. Sin la prórroga de esta norma, se cae la base jurídica de las retenciones. En la oposición, si bien todavía no hay unidad, se espera aprobar la prórroga de esta legislación cuando vence -24 de agosto-, siempre que el Ejecutivo acepte modificar algunas normas recientes, como la integración del Consejo de la Magistratura y los Superpoderes. No está claro si ahora el oficialismo, aun con este Congreso, tendrá quórum para lograr esta prórroga.


Fuente: /www.urgente24.com